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¿Cómo funciona una máquina de espresso?

¿Sabes cómo funciona una máquina de espresso? Conocer el funcionamiento de este aparato te permitirá entender qué determinan el sabor de tu café para así lograr la preparación ideal de tu bebida.

El café espresso es una de las bebidas favoritas en el mundo del café. Millones de personas lo consumen a diario y muchos baristas se han especializado en este tipo de bebida para conocer todos los detalles que hacen esta bebida una preparación tan especial.

Si eres amante del aromático, esta entrada es para ti: ¿Qué es el café?

Bomba y agua

Todo espresso empieza por la fuente de agua, la cual llega desde un pequeño depósito de agua o bien, se bombea directamente de la red principal (garrafón de agua, conexión directa a red eléctrica). Los depósitos sirven para volúmenes pequeños pero una máquina profesional necesita una tubería confiable. 

La calidad del agua es sumamente importante porque un contenido de minerales muy alto o muy bajo puede influir en el sabor. La mayoría de las máquinas tienen un filtro incorporado para asegurar la limpieza del agua.

Por su parte, la bomba eléctrica sirve para incrementar la presión con la que saldrá el agua ya que un espresso necesita 9 veces la presión atmosférica al nivel del mar, por ello la presión del agua que llega usualmente a las casas, no tiene la fuerza suficiente para accionar el disco de café comprimido.

Si trabajas con una máquina de espresso profesional, tendrás una bomba rotatoria para asegurar la presión ideal de manera constante, sin importar cuántas tazas de café al día hagas. Si se trata de una máquina de uso doméstico, generalmente cuentan con una bomba vibratoria que sólo genera presión cuando se prepara un shot.

Caldera de la cafetera profesional

La responsabilidad de la caldera es de suma importancia. Una vez que el agua avanzó con ayuda de la bomba, llegó el momento de aumentar la temperatura. La caldera de una máquina de espresso es la responsable de calentar el agua del sistema.

Generalmente, las máquinas profesionales tienen un sistema doble de caldera con dos funciones principales: una de ellas se utiliza para la extracción y la otra se acciona con la vara de vapor. Este sistema doble además, te permite tener dos temperaturas distintas en caso de que lo necesites.

Como la temperatura del agua tiene un impacto directo en el tiempo de extracción del café, una inconsistencia puede alterar el sabor del espresso.

Algunas máquinas de espresso profesionales cuentan con controles digitales de temperatura, para que las temperaturas de las calderas se mantengan en las mejores condiciones. Para ello, dichos controles se conectan al calentamiento de la caldera y gestionan los ciclos de encendido y apagado.

Cabeza de grupo y portafiltro

El último paso en el trayecto del café antes de llegar a la taza es la cabeza de grupo, la cual está controlada por el botón del grupo que permite la apertura de la válvula para que el agua caliente y presurizada, entre en contacto el disco compacto de café.

Existen dos tipos de cabezas de grupo: las saturadas y las semisaturadas. Las primeras están expuestas a la caldera lo cual les permite alcanzar rápidamente la misma temperatura del agua para la extracción. Básicamente son una extensión de la caldera, por lo tanto, son estables en cuanto a los requerimientos de la temperatura.

En el caso de las cabezas de grupo semisaturadas, como están separadas de la caldera, suelen ser un poco menos estables en relación a la temperatura pero su reparación es más sencilla y económica. 

En términos de funcionalidad, lo mejor es tener una cabeza de grupo saturada para asegurar la constancia de la temperatura y no correr el riesgo de que el café no salga como se espera.

Aunque la cafetera puede determinar en gran medida el sabor y la consistencia del café, no hay que olvidar que también es muy importante considerar la calidad del café con el que estés trabajando y por supuesto los distintos tipos de molido.

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