¿Cuántas veces no hemos escuchado a un/una barista insistir en la importancia del agua en el café? Y es que no es un requerimiento gratuito, en realidad, la calidad del agua con la que prepararemos nuestro café va a influir de manera importante en el sabor y la consistencia del mismo.
Hay métodos muy claros y específicos para elegir el mejor grano, tipo de tueste y calidad del café, no obstante, esta es solo la mitad de los requerimientos para lograr un delicioso café de calidad.
El agua, naturalmente, es un componente básico de la bebida porque en todo momento el café está en contacto con ella. Es más, un poco más del 90% de lo que hay en una taza de café es agua.
¿Por qué es tan importante cuidar la calidad del agua en nuestro café?
Existen dos motivos principales por los que debemos prestar especial atención a la calidad del agua con la que trabajamos.
El primero de ellos es por cuidado de nuestra máquina, en tanto las aguas muy duras o que tienen un alto contenido de calcio y magnesio pueden dañar seriamente las máquinas de espresso. Además de darle mantenimiento constante a nuestro equipo, utilizar sólo agua de calidad puede extender la vida de nuestros equipos.
El segundo motivo por el que hemos de cuidar del agua se relaciona directamente con el sabor y la calidad de la bebida. Sin un agua limpia y equilibrada, será imposible conseguir una taza de café ejemplar.
¿Cómo verificar la calidad del agua con la que preparamos el café?
A diferencia del café, no hay tantos elementos que puedan servirnos como referencia para averiguar paso a paso el tipo de agua con la que vamos a preparar nuestro café pero sin duda hay algunos puntos importantes a considerar.
Ten presente esta lista de requerimientos: Ph, el sabor y color, la alcalinidad del agua y el TDS.
Aunque parecen elementos complejos, es importante entender que el agua altera el café en la extracción de diferentes componentes en la bebida.
Aproximadamente, un 30% del café es soluble en el agua y de este porcentaje, un 20% es responsable del dulzor y acidez. El 8% restante responde a componentes amargos y astringentes.
Por tanto es muy importante considerar que el agua debe ser insípida. Y es que la presencia de componentes minerales, no solo altera el sabor del café, sino que también puede alterar la acidez, el aroma, el cuerpo o la consistencia de la crema.
Te invitamos a prestar mayor atención a los componentes presentes en el agua que utilizas en tu negocio. Te prometemos que a mayor calidad, mejores serán tus preparaciones.
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